Incendio forestal
Un incendio forestal es el fuego que se extiende sin control en terreno forestal o silvestre, afectando a combustibles vegetales, flora y fauna. Un
incendio forestal se distingue de otros tipos de incendio por su amplia
extensión, la velocidad con la que se puede extender desde su lugar de origen,
su potencial para cambiar de dirección inesperadamente, y su capacidad para
superar obstáculos como carreteras, ríos y cortafuegos.
CAUSAS
Si bien las causas inmediatas que
dan lugar a los incendios forestales pueden ser muy variados, en todos ellos se
dan los mismos presupuestos, esto es, la existencia de grandes masas de
vegetación en concurrencia con periodos más o menos prolongados de sequía.
El calor solar provoca deshidratación en las plantas, que recuperan el
agua perdida del sustrato. No obstante, cuando la humedad del terreno desciende
a un nivel inferior al 30 % las plantas son incapaces de obtener agua del
suelo, con lo que se van secando poco a poco. Este proceso provoca la emisión a
la atmósfera de etileno, un compuesto químico
presente en la vegetación y altamente combustible. Tiene lugar entonces un doble fenómeno: tanto las plantas como el aire
que las rodea se vuelven fácilmente inflamables, con lo que el riesgo de
incendio se multiplica. Y si a estas condiciones se suma la existencia de
períodos de altas temperaturas y vientos fuertes o moderados, la posibilidad de
que una simple chispa provoque un incendio se vuelven significativa.
Por otro lado, al margen de que las
condiciones físicas sean más o menos favorecedoras de un incendio, hay que
destacar que en la gran mayoría de los casos no son causas naturales las que
provocan el fuego, sino la acción humana, ya sea de manera intencionada o no.
Las causas que originan un incendio forestal se
agrupan pues en tres categorías principales:
·
Intencionados: representan un 60-70 % de los casos. Las motivaciones son variadas,
siendo con diferencia las más comunes la quema no autorizada, ilegal e
incontrolada de superficies agrícolas, ya sea para la eliminación de rastrojos o matorrales ("quema
agrícola") o para la regeneración de pastos para el ganado.Otras motivaciones menos
corrientes detrás de un incendio provocado son la piromanía, usos cinegéticos,
vandalismo, venganzas personales, especulación urbanística, bajar el precio de
la madera, etc. Cabe señalar que el delito de incendio está tipificado en muchas
legislaciones.
·
Negligencias y otras causas
accidentales: representan un 15 %-25 % de los casos. En
este apartado, las quemas agrícolas (en este caso autorizadas, pero en las que
los autores perdieron el control del fuego extendiéndose éste por la superficie
forestal colindante) están también entre las causas habituales. Otras causas
son las colillas y hogueras mal apagadas, quema de basuras, trabajos
forestales, etc.
·
Naturales: representan menos de un 5 % de los casos. Se deben casi siempre a la
acción de un rayo.
Por último, en contadas ocasiones (menos del 2 %) un incendio es una
reproducción de un incendio anterior que no llegó a extinguirse del todo y se
extiende a una nueva zona.
Cabe aclarar que los
porcentajes indicados son valores promediados –la frecuencia de la
intencionalidad, por ejemplo, puede variar mucho de unas regiones a otras.
Fases del incendio
Fase de propagación de un incendio forestal
Un incendio posee tres fases
distintivas: iniciación, propagación y extinción:
·
Iniciación: es el
comienzo del incendio producido por causas naturales o mayoritariamente por la
acción del hombre.
·
Propagación: es la
extensión del incendio por la vegetación cercana.
·
Extinción: es la
finalización del incendio por causas naturales (lluvia o falta de vegetación) o
por acción humana (labores de extinción)
La propagación del fuego dependerá
de las condiciones atmosféricas, de la topografía del lugar en el que se
produzca y de la vegetación presente en el mismo. Normalmente se ocasionan en
climas secos o subsecos, como el mediterráneo, donde la vegetación sufre estrés
hídrico y además algunas especies vegetales como los pinos contienen resinas
que ayudan a que el incendio se propague mejor y sea más virulento. Asimismo
generalmente también poseen mecanismos de adaptación al fuego como por ejemplo
las piñas serotinas.
Tipos de incendio
El estudio de los incendios forestales distingue entre distintos
tipos de fuegos, lo cual resulta útil a la hora de considerar las medidas más
apropiadas de prevención y/o de extinción dado que pueden ser diferentes para
uno u otro caso.
Según por donde se propaga
·
Fuego
de suelo o subsuelo: El fuego
se propaga por la materia orgánica en descomposición y las raíces. Casi siempre
se queman despacio y en combustión incandescente (poca o ausencia de llama) al
no disponer de suficiente oxígeno.
·
Fuego
de superficie: El incendio se propaga
por el combustible que encontramos sobre el suelo, incluye la hojarasca,
hierbas, arbustos y madera caída pero no inmersa en la hojarasca en
descomposición.
·
Fuego
de copas:
·
Antorcheo: Paso de fuego de superficie a
fuego de copas, pero solo de forma puntual en algunos pies.
·
Copas
pasivo: Es el fuego que avanza
por las copas de los árboles acoplado y dependiente de un fuego de superficie,
si se extingue este se detiene el de copas.
·
Copas
activo: Es el fuego que avanza
por las coronas de los árboles independientemente de la superficie. Solo se
puede atacar de forma indirecta y suele necesitar un viento mayor de
30 km/h y proximidad de copas (alta densidad aparente de copas y largas
copas).
Según el tamaño
·
Los
grandes incendios forestales (GIF). Se definen como aquellos que de
manera continuada muestran un comportamiento que queda fuera de la capacidad
del sistema de extinción, ya sea por las elevadas longitudes de llama, por las altas velocidades de propagación o por la presencia de actividad
de fuego de copas. Por actividad de copas entendemos que hay antorcheo
importante (que prenden muchas de las copas del arbolado) o incluso que es
fuego pasivo de copas o fuego activo. Tal como se definen estos términos en los
modelos canadienses de propagación y como están en el programa de simulación
Farsite (Finney 1998). Los umbrales que los hacen GIF
quedan a criterio del servicio de extinción, pero proponemos los que se usan
hoy en distintos servicios de extinción en España: longitud de llama > 3m,
velocidad de propagación > 1,2 km/h y actividad de copas igual o mayor
a fuego pasivo de copas. Estos incendios no son muy frecuentes pero son el
problema real, ya que calcinan enormes superficies en pocas horas o días. Los
números son elocuentes. En Canarias, por ejemplo, el 99,3 % son pequeños
incendios forestales mientras que únicamente el 0,7 % son GIF (Grillo et
al. 2008). Estos en cambio suponen el 75 % del total de la superficie
quemada en el archipiélago. En Cataluña, el ataque directo a las llamas, harto
utilizado hasta ahora, se ha visto sustituido cada vez más por el empleo de
ataques a distancia o indirectos, como el que se apoya en contrafuegos y quemas
de ensanche. Así, en Cataluña se ha pasado del 98 % del perímetro tratado
con línea de agua, y 2 % maquinaria del 1998 al 65 % línea de agua,
12 % herramientas manuales, 19 % quemas ensanche, y 4 % de
maquinaria, cosa que indica un impacto del analista en la globalidad de la
estructura.
·
Incendios
de pequeño tamaño. Son aquellos que no
alcanzan las características para ser un GIF.
Según el elemento que rige el incendio:
Combustible, gas, topográfico,
conducido por viento y hambriento.
Prevención
La prevención del fuego se basa, por
una parte, en intentar evitar que se provoquen incendios forestales, y por otra
parte en minimizar sus consecuencias una vez declarados. En tal sentido,
podemos hablar de los siguientes tipos de medidas:
·
La conciencia social, con la
finalidad de educar a la población en un uso racional del fuego, evitando
situaciones de riesgo. Puede realizarse mediante campañas informativas y multas
coercitivas.
·
El cuidado y planificación de las masas forestales y los bosques,
mediante la realización de cortafuegos y una planificada y extensa red de
pistas forestales y depósitos de agua.
·
La limpieza periódica de bosques mediante las oportunas
labores selvícolas, así como las labores de desbroce.
·
La introducción en franjas delimitadoras de especies con un bajo poder
combustible.
·
La realización de quemas preventivas (quema prescrita) durante períodos de bajo riesgo de incendio.
·
La adopción de medidas legislativas orientadas a prevenir que existan
personas o colectivos que puedan sacar beneficio de los incendios.
·
Reforzar la persecución policial y judicial de los incendiarios para evitar que
puedan quedar impunes.
Consecuencias
Los incendios forestales naturales han ocurrido desde
siempre como un elemento normal en el funcionamiento de los ecosistemas. El
fuego ha permitido la regeneración de diversos ecosistemas y la producción de
una serie de hábitats en los que distintos organismos pueden prosperar. No
obstante, la enorme proliferación de los incendios a causa de la actividad
humana en estas últimas décadas sobrepasa la capacidad de recuperación natural.
Entre las diversas formas de impacto que producen los
incendios forestales se pueden destacar las siguientes:
·
erosión del
suelo al desaparecer la capa vegetal. Esta desprotección del suelo frente a la elevada
erosividad de las lluvias provoca grandes pérdidas de suelo y nutrientes, pero
no es solo este el efecto sobre el sistema edáfico. Las
altas temperaturas modifican la composición biológica y química del suelo.
·
Muerte o daños físicos a una parte de la
población animal de la zona , especialmente la que tenga menos movilidad
(invertebrados, crías de aves o mamíferos, etc.), por quemaduras o
intoxicación respiratoria.
·
En algunas ocasiones, muerte o daños
físicos a las personas que intervienen en la extinción de los incendios o que
resultan atrapadas por él.
·
Ocasionalmente, perjuicios a la salud de
las poblaciones humanas próximas.
·
Destrucción de bienes e infraestructuras
(casas, almacenes, postes de electricidad y comunicaciones, etc.)
·
Corte temporal de vías de comunicación.
·
Perjuicios económicos por la pérdida de
madera y/o productos alimenticios, así como los costes de las labores de
regeneración de las zonas afectadas.
·
Alteraciones, a veces de forma
irreversible, del equilibrio del medio natural.
·
Contaminación de ríos que reciben las aguas
de lluvia que atraviesan la zona quemada arrastrando partículas y cenizas en
suspensión.
·
Impacto sobre el paisaje.
FUENTE: